Nos gustaría hacer una aclaración bíblica para aquellas personas que nos contactan por Internet o Whatsapp pidiendo oración por su vida o familia. Muchas veces hay ideas equivocadas y hasta la oración es tomada en un sentido supersticioso en ciertos casos por falta de conocimiento bíblico.
En verdad podemos orar por ti, pero antes te invitamos a considerar estos 3 puntos.
1-No necesitamos otro mediador que Jesucristo
Mucha gente piensa que para que Dios conteste su petición tiene que recurrir a otra persona (más santa, mejor calificada, ¿un pastor acaso?) Pero no piensa que Dios ha enviado a su Hijo Jesucristo para ser «mediador entre Dios y los hombres«. ¿Eres un pecador/a que se ha arrepentido y ha puesto su fe en Jesucristo? ¿Te has dado cuenta que la única forma que Dios te escuche es que estés reconciliado/a con él? Si eres un hijo/a de Dios podrás cumplir el siguiente texto:
Hebreos 4:16 Lleguémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro.
Puedes tener al mundo entero orando por ti, pero si no te pones tu mismo/a en las manos de Cristo no habrá misericordia y oportuno socorro para ti. Muchas veces Dios contesta la oración de otros y derrama su gracia general en personas que están apartadas de Él. Pero sería mejor que la persona buscara la gracia específica en Cristo. Nada podemos obtener fuera de Cristo.
2 – La oración es más eficaz cuando la persona pertenece a la iglesia local
Los pedidos de oración de unos por otros es una constante en las cartas apostólicas del Nuevo Testamento.
1 Tesalonicenses 5:25 Hermanos, orad por nosotros.
Es decir, personas específicas, casos específicos, iglesias específicas. No vemos como práctica del Nuevo Testamento a los apóstoles orando por desconocidos que tienen «un pedido de oración». Sí vemos a los apóstoles predicando a los desconocidos. La pregunta que te hacemos es:
¿Si Dios soluciona tal o cual problema de tu vida o familia… te acercarías a Él? Si tu respuesta es sí, entonces estás equivocado/a. No puedes ponerle condiciones al Dios justo y santo, creador del universo, dueño de todo. No podemos poner a «Dios en deuda con nosotros», antes nosotros, por nuestro pecados, somos deudores de Él. Sabemos que la desesperación de muchas personas hace que se acerquen a una iglesia o pastor y piden oración. Obviamente nuestra iglesia y el pastor no se negarán a orar por ti. Pero hazte esta pregunta: ¿Si todo marcharía bien en tu vida y no tendrías ninguna necesidad te acercarías a nuestra iglesia? Ojalá que la respuesta sea sí, porque esto demostraría tu necesidad de Dios genuina (y no de «usar a Dios» simplemente para que te saque de un apuro).
3 – ¿Podemos orar por ti, que eres un desconocido/a?
La respuesta es sí, oraremos por ti, por tu necesidad específica, pero también oraremos por tu relación con Dios y por la oportunidad de predicarte el Evangelio y de guiarte bíblicamente. La biblia dice:
Santiago 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Creemos en el poder de la oración, pero no porque nosotros seamos algo, ni porque seamos justos en nosotros mismos. Creemos que gracias a la justicia de Cristo hecha en la cruz del calvario, a través de la fe Él, podemos interceder por otros ateniéndonos a Su Voluntad.
Si te has acercado pidiendo oración, que esto sea por una búsqueda sincera de Dios a través de Cristo.
Santiago 4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.