Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree... (Romanos 1:16)

5 Cosas que te impiden ir a una iglesia por primera vez

¿Has preguntado la dirección de nuestra iglesia y sus horarios de reunión?
Si nunca viniste a nuestra iglesia (Iglesia Cristina Bíblica de Rosario) hay 5 recomendaciones que te damos para que tu deseo de asistir  «no quede en el intento», sino que puedas venir y ser edificado/a con la Palabra de Dios y la compañía de otros cristianos. Hay 5 inconvenientes que por lo general las personas se enfrentan a la hora de asistir a una iglesia por primera vez, ¡y aquí te damos las 5 soluciones a ese problema!

1-Temor a ver gente nueva

Sí, para muchas personas puedes ser fácil relacionarse por la redes sociales, pero la vida social de verdad es otra cosa. Por lo general a las personas les aterra el contacto con gente nueva, y muchas veces esa timidez y complejo le ganan la batalla a la hora de levantarse un domingo por la mañana e ir a la iglesia. Quizás prometiste ir a la iglesia, hablaste con el pastor o con miembro, pero llega el domingo y prefieres quedarte «en tu zona de confort» (en casa) y no arriesgarte a conoces gente nueva.

Solución:
Piensa que Jesús, según el capítulo 2 de Filipenses, dejó su gloria para venir a mezclarse con gente común como nosotros (¡y morir por ellos en una cruz!). El no se avergonzó de llamar «amigos» a sus discípulos (Juan 15:14). Piensa que en la iglesia hay gente sencilla y necesitada de Cristo tanto como tú. Piensa que mucha gente desconocida serán luego tus conocidos y  serán los que caminen junto a ti en la vida cristiana para ayudarte a seguir al Señor fielmente.

2-Lo dejo para más adelante…

Quizá tuviste el impulso de ir a la iglesia, pero luego de dormir una siesta o levantarte al día siguiente ese impulso ya desapareció. El problema es que no te guíes solo por un impulso y veas la necesidad de tu corazón de recibir la Palabra de Dios, que otros te acerquen a Jesucristo por medio de su testimonio y palabras. Muchas veces en nuestra casa hay cosas «rotas» que las dejamos estar, una gotera, una canilla que pierde, la puerta de la heladera que no cierra, en fin, una serie cosas que funcionan mal pero «nos acostumbramos».

Solución:
Tu alma es algo que no puede esperar. Reconocer la necesidad de Dios «verdadera» te hará tomar resoluciones firmes. Un búsqueda verdadera de Cristo te sacará de la mediocridad de pensar «algún día iré a una iglesia, pero no ahora», y ese día nunca llega. El reino de Dios es de gente que se esfuerza y no decae en sus resoluciones (Mateo 11:12), porque esas resoluciones  vienen de la fe en Dios.

3 – Asistir es opcional, puedo auto-abastecerme espiritualmente

No hay nada más contrario a la Biblia que pensar que puedes vivir «un cristianismo solo/a» (Hebreos 10:25). De hecho las cabras andan sola por los montes, pero las ovejas viven bajo un rebaño y un pastor (Juan 10). El día del juicio Dios apartará «las cabras de las ovejas», es decir los incrédulos de los creyentes.

Solución:
Piensa bíblicamente. Dios dio la iglesia local para que los creyentes se unan a ellas (por eso existe la carta a los Corintios, Gálatas, Filipenses etc.). Si en verdad te consideras una oveja del Señor, tienes que tener ese sentido «de rebaño», es decir de estar con otras ovejas. Caso contrario te tienes que preguntar si en verdad eres una oveja de Jesús.

4 – La lluvia, el sol, el frío el calor, la humedad…

La gente va al trabajo a pesar de los problemas climáticos. Aun un jubilado con sus años hacen largas colas para cobrar la jubilación o pensión. O sea que cuando  se trata de dinero y del sustento físico, la gente no tiene problemas en hacer un esfuerzo, porque según ellos ¡lo vale!

Solución:
Creele a Jesús. El dijo «no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4). Dios te dice que tu necesidad espiritual es más importante que tu necesidad física. Vale la pena alimentar tu alma con las «palabras de vida eterna» de Jesús (Juan 6:68).

5- Me queda lejos…

Muchas veces la gente ve a la iglesia como un kiosco, voy al más cercano. Pero en realidad la debería ver como un hospital. ¿Acaso no harías kilómetros para recibir un tratamiento? ¿O viajarías de una ciudad a otra para recibir una medicina?

Solución: Piensa que espiritualmente somos enfermos y que tenemos la necesidad del médico que es Jesús (Mateo 9:12) La iglesia no es un lugar de gente sana y auto-suficiente, sino de gente que reconoce la necesidad de ser tratados en su alma por Cristo, el gran médico del alma.

Por último queremos decirte que el mundo, el diablo y tus propios pensamientos se interpondrán cuando tomas la resolución de acercarte a una iglesia. Pero las almas que buscan verdaderamente a Dios, vendrán a él. El Señor Jesucristo dijo:

Juan 6:37 Todo lo que el Padre me da vendrá a mí…

¿Eres tú uno/a de ellos a los cuales Cristo recibirá?

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